El agua potable se ha convertido en uno de los recursos más valiosos del mundo. Es importante su ahorro antes de que sea demasiado tarde. Con estos datos, y dentro del programa medioambiental Mission:Zero Audi ha planteado un nuevo reto: reducir en un 50 % su consumo en el proceso de fabricación en el año 2035. Un plan que ya ha comenzado en Audi México, que funciona como una fábrica libre de aguas residuales desde 2018, y que irá sumando nuevas metas, como la implantación del ciclo cerrado de agua en Neckarsulm en 2025, e ir sumando otros centros de producción en los años siguientes.
Reducir el consumo de agua potable
Hoy en día se estima que unos 2200 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso regular a agua limpia. Además las Naciones Unidas estiman que la demanda de agua potable puede aumentar en un 55% para 2050. En los procesos de producción se consume mucha agua potable, y en Audi quieren reafirmar su compromiso con el medio ambiente reduciendo su consumo de manera progresiva.
Las claves de este reto
En un primer paso, Audi va a priorizar las medidas de conservación del agua de forma selectiva utilizando un valor específico para cada localización que relaciona la extracción de agua con la disponibilidad regional de la misma, priorizando los lugares donde más se necesita. Mientras que hoy en día el consumo de agua medio es de unos 3,75 metros cúbicos y el objetivo es que en 2035 esta cifra descienda a los 1,75 metros cúbicos por coche producido.
La pionera en este proyecto es la fábrica de Audi México. Se trata del primer centro de producción a nivel mundial que fabrica vehículos sin generar aguas residuales, algo que lleva haciendo desde 2018. Para ello cuentan con una planta de tratamiento biológico con un sistema de ultrafiltración y ósmosis inversa recoge las aguas residuales generadas en la producción, las purifica y devuelve gran parte de las mismas al ciclo de agua de la planta. La factoría utiliza el agua tratada como agua de servicio, la reutiliza en la producción o la emplea para regar las zonas verdes del recinto, por ejemplo.
Ahora los ojos están puestos en la fábrica de Neckarsulm donde se va a establecer un ciclo cerrado de agua entre la factoría y las instalaciones municipales de tratamiento de aguas residuales de Unteres Sulmtal. También la planta de Ingolstadt tiene planes a corto plazo para evitar el desperdicio de agua.
Además Audi utiliza embalses de retención de agua de lluvia en múltiples emplazamientos para cubrir su propia demanda de agua de la forma más eficiente posible. Se estima que este tipo de instalaciones vayan siendo cada vez más habituales en todas las fábricas de la marca de los cuatro aros del mundo.